Biblia de estudio Swindoll | Evangelio de Juan - Flipbook - Página 31
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los fariseos convocaron al Concilio Supremo.* «¿Qué
vamos a hacer? —se preguntaron unos a otros—. Sin
duda, ese hombre realiza muchas señales milagrosas.
48 Si lo dejamos seguir así, dentro de poco todos van a
creer en él. Entonces, el ejército romano vendrá y destruirá tanto nuestro templo* como nuestra nación».
49 Caifás, quien era el sumo sacerdote en aquel
tiempo,* dijo: «¡No saben de qué están hablando!
50 No se dan cuenta de que es mejor para ustedes que
muera un solo hombre por el pueblo, y no que la nación entera sea destruida».
51 No dijo eso por su propia cuenta; como sumo
sacerdote en aquel tiempo, fue guiado a profetizar
que Jesús moriría por toda la nación. 52 Y no solo por
esa nación, sino que también moriría para congregar y
unir a todos los hijos de Dios dispersos por el mundo.
53Así que, a partir de ese momento, los líderes
judíos comenzaron a conspirar para matar a Jesús.
54 Como resultado, Jesús detuvo su ministerio público
entre la gente y salió de Jerusalén. Fue a un lugar cercano al desierto, a la aldea de Efraín, y se quedó allí
con sus discípulos.
55 Ya faltaba poco para la celebración de la Pascua
judía, y mucha gente de todo el país llegó a Jerusalén
varios días antes para participar en la ceremonia de
purificación previa al comienzo de la Pascua. 56 Seguían buscando a Jesús, pero mientras estaban en el
templo, se decían unos a otros: «¿Qué les parece? No
vendrá para la Pascua, ¿verdad?». 57 Mientras tanto, los
principales sacerdotes y los fariseos habían dado órdenes públicamente de que cualquiera que viera a Jesús
avisara enseguida, para que ellos pudieran arrestarlo.
Jesús es ungido en Betania
Entrada triunfal de Jesús
12 Al día siguiente, la noticia de que Jesús iba camino
a Jerusalén corrió por toda la ciudad. Una gran multitud de visitantes que habían venido para la Pascua
13 tomaron ramas de palmera y salieron al camino
para recibirlo. Gritaban:
«¡Alabado sea Dios!*
¡Bendiciones al que viene en el nombre
del Señor!
¡Viva el Rey de Israel!»*.
14 Jesús encontró un burrito y se montó en él; así se
cumplió la profecía que dice:
15
«No temas, pueblo de Jerusalén.*
Mira, tu Rey ya viene
montado en la cría de una burra»*.
16 Sus discípulos no entendieron en ese momento
que se trataba del cumplimiento de la profecía. Solo
después de que Jesús entró en su gloria, se acordaron
de lo sucedido y se dieron cuenta de que esas cosas se
habían escrito acerca de él.
17 Muchos de la multitud habían estado presentes
cuando Jesús llamó a Lázaro de la tumba y lo resucitó
de los muertos, y se lo habían contado a otros.* 18 Por
eso tantos salieron a recibir a Jesús, porque habían
oído de esa señal milagrosa. 19 Entonces los fariseos
se dijeron unos a otros: «Ya no hay nada que podamos
hacer. ¡Miren, todo el mundo* se va tras él!».
Jesús anuncia su muerte
20Algunos griegos que habían ido a Jerusalén para
celebrar la Pascua 21 le hicieron una visita a Felipe,
que era de Betsaida de Galilea. Le dijeron: «Señor,
11:47 En griego al Sanedrín. 11:48 O nuestra posición; en griego dice nuestro lugar.
11:49 En griego ese año; también en 11:51. 12:2 O los que se reclinaban.
12:3 En griego tomó una libra (antigua) [12 onzas]. 12:5 En griego valía 300
denarios. Un denario equivalía a la paga de un obrero por una jornada completa
de trabajo. 12:9 En griego los judíos. 12:11a En griego muchos de los judíos.
12:11b O había abandonado sus tradiciones; en griego dice se había apartado.
12:13a En griego Hosanna, una exclamación de alabanza adaptada de
una expresión hebrea que significa «salva ahora». 12:13b Sal 118:25-26;
So 3:15. 12:15a En griego hija de Sion. 12:15b Za 9:9. 12:17 En griego y lo
habían testificado. 12:19 En griego Miren, el mundo.
UN HERMANO FIEL Jn 12:20-22 Tres veces apa-
rece el nombre de Andrés en las páginas del Evangelio de
Juan. Aunque no pareciera ser un personaje significativo,
en cada una de esas ocasiones él está involucrado en
llevar personas a Cristo. La primera es en Juan 1:40-42,
donde lleva a su hermano Simón Pedro a Jesús. Algunos
capítulos después, cuando los discípulos son desafiados
a alimentar a más de cinco mil personas, es Andrés
quien encuentra al muchacho que termina compartiendo
su almuerzo. Es Andrés que lleva al muchacho a conocer
a Cristo (Jn 6:8-9). Ahora, aquí en Juan 12, hay unos
griegos que han llegado al festival y quieren conocer a
Jesús, y Andrés está listo para llevarlos.
Tal vez Andrés nunca sobresale como líder, ni hace
maravillar a las multitudes, pero es fiel en llevar personas a Cristo. Ese es nuestro trabajo también.
P E R S P E C T I VA S
Seis días antes de que comenzara la celebración de la Pascua, Jesús llegó a Betania, a la
casa de Lázaro, el hombre a quien él había resucitado.
2 Prepararon una cena en honor de Jesús. Marta servía, y Lázaro estaba entre los que comían* con él. 3 Entonces María tomó un frasco con casi medio litro* de
un costoso perfume preparado con esencia de nardo,
le ungió los pies a Jesús y los secó con sus propios
cabellos. La casa se llenó de la fragancia del perfume.
4 Sin embargo, Judas Iscariote, el discípulo que
pronto lo traicionaría, dijo: 5 «Ese perfume valía el
salario de un año.* Hubiera sido mejor venderlo para
dar el dinero a los pobres». 6 No es que a Judas le importaran los pobres; en verdad, era un ladrón y, como
estaba a cargo del dinero de los discípulos, a menudo
robaba una parte para él.
7 Jesús respondió: «Déjala en paz. Esto lo hizo en
preparación para mi entierro. 8 Siempre habrá pobres
entre ustedes, pero a mí no siempre me tendrán».
9 Cuando toda la gente* se enteró de que Jesús
había llegado, corrieron en masa para verlo a él y
también a Lázaro, el hombre al que Jesús había resucitado de los muertos. 10 Entonces los principales
sacerdotes decidieron matar a Lázaro también, 11 ya
que a causa de él mucha gente* los había abandonado a ellos* y ahora creían en Jesús.
12
JUAN 12:21